
Cristina y Nathan
BODA EN CIUDADELLA DE MENORCA
El día que Cristina me escribió por Instagram para explicarme su boda en Ciudadella de Menorca mi corazón sólo deseaba que me contrataran.
No todos los días uno tiene la oportunidad de hacer una boda en uno de los sitios más bonitos de la isla Pont d´en Gil.
A los pocos días cuando me dijo que sí y me empezó a explicar que se casarían al atardecer sólo rodeados de sus padres y hermanos, todo parecía idílico y maravilloso. Y así fue, salvo por algunos pequeños momentos de estrés que os cuento después de que veáis el video.
La verdad que poder hacer una boda en Ciudadella de Menorca y vivir desde un punto de vista privilegiado una de las ceremonias más emotivas en las que nunca he estado, es toda una suerte.
Así que sin más aquí os dejo con este audiovisual que resume muy bien la boda de Cristina y Nathaniel.
Sube el volumen y disfruta de las maravillosas palabras que se dijeron uno a otro.
Viendo este video parece que todo fue coser y cantar y que todo fue maravilloso pero que esta boda saliera adelante fue toda una aventura…no creáis que eso de aventuras f2 lo digo por decir jejeje.
Todo empezó el día antes cuando me reuní con ellos para encontrar el sitio adecuado para la ceremonia.
Como Pont d´en Gil suele estar muy concurrido al atardecer y sobre todo un 31 de Julio, queríamos encontrar algún lugar con una relativa privacidad y después de buscar un poco allí encontramos un pequeño saliente un poco apartado que sería el lugar perfecto para la ceremonia.

Decidimos que haríamos la sesión de retratos al amanecer ya que Cristina y Nathaniel querían hacer un first look y a la vez querían prepararse juntos para la boda, así que esa era la única solución.
Para hacer esto tuvimos que levantarnos a las 5 de la mañana para prepararnos y llegar al sitio que escogido, ya que el amanecer era hacia las 6:30.








Después de una sesión un poco accidentada donde acabe en el suelo con el saldo de una cámara preparada para enviar al servicio técnico y parte de mi mano y rodilla rapados por las rocas nos tomamos un rato de descanso para empezar con los preparativos a las 5 de la tarde.
La ceremonia estaba prevista para las 7:30 así que parecía que teníamos tiempo más que de sobra.





Pero como siempre en las bodas todo se complica y cuando salimos del apartamento era ya un poco tarde, y un mal entendido con Nathaniel que había ido a buscar el coche para recogernos no hizo retrasarnos casi media hora, así que el trayecto coche fue un poco estresante…eso si la luz era una maravilla, ¿no os parece?



Cuando llegamos a la ceremonia eran las 8:30, las nubes habían cubierto el cielo por lo que nos quedaba muy poco tiempo de luz…y con las prisas de camino al acantilado el vestido de Cristina se enganchó un en una roca y se rompió. Ella se lo tomo con muy buena actitud y seguimos adelante.



Durante la ceremonia nos dimos cuenta de que el sitio que habíamos escogido era demasiado pequeño para las 10 personas que formábamos parte de la ceremonia, asi que estábamos muy apretados. El principal problema era para mi porque no tenía apenas espacio para hacer fotos abierta y además, cada vez teníamos menos luz.
Ahí es cuando uno tiene que tirar de experiencia y oficio y estoy muy satisfecho de como resolví el problema.










Cuando acabamos la ceremonia era de noche y tuvimos que volver a los coches alumbrados con linternas, lo que hizo que el final del día fuera acabara con otra aventura mas.
Después fuimos a celebrar la cena de la boda en Can Faustino







¿Os ha inspirado esta boda?¿Os casaríais en un sitio así?
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